Un día por venir
El líder mira al grupo, hombres que se han encontrado a sí mismos, entrenados y preparados concienzudamente para llevar a cabo la operación que les ha sido encomendada. Liberados de la epidemia global de mierda en la que sobrevivían, sus voces marginadas hacen ondear las banderas del descontento allá donde van. Despiden a la oscuridad, al miedo que perpetúa el orden de las cosas. Saben que si algo va mal, los que tienen la capacidad de actuar tienen la responsabilidad de actuar. En su teatro anímico, montado y desmontado a ritmo de disparos a la multitud, una marioneta ha cortado las cuerdas que le ataban, y ahora destila odio: su vómito es de veneno y hiel. Aprendieron a volver a confiar en los hombres; ahora adoran el ludismo, práctica habitual. Si queréis una tortilla debéis romper algunos huevos, arenga el líder. Y nosotros asentimos.
2 comentarios
Sombra -
Hard. -