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elpoetaenelvagon

Arte

 

 

Provocar un pequeño incendio en el otro extremo de la ciudad para conseguir distraer a los bomberos del verdadero objetivo de la noche es un plan sencillo pero genial. Ingenuos, reciben la llamada anónima y salen disparados; esta noche de 30 de octubre van a tener trabajo extra y lo saben, pero ni siquiera sospechan que, mientras ellos salvan los muebles, arde su casa entera. El parque de bomberos, frío y vacío, es un objetivo realmente tentador. Miro alrededor y, disimuladamente, camino hacia él. Me prometo una noche inolvidable. La calle está desierta; la población, asustada, se protege cerrando a cal y canto sus hogares, pues las bandas se han adueñado de la ciudad. Alcanzo el parque y, por debajo de la puerta metálica que se encuentra en la fachada, introduzco una pequeña manguera por la que voy bombeando litros de gasolina hasta empapar toda la planta baja del edificio. Algo tan simple como rociar de gasolina todas las dependencias, para lanzar después un cóctel molotov, produce un enorme placer.

Es imposible hacerse una idea de lo que significa provocar un colosal incendio durante la Noche del Diablo. Es algo casi sobrenatural, digno sin duda de admirarse. Las llamas devoran implacables el vetusto edificio de madera que es este parque de bomberos de Greenville, Alabama. Como ninfas danzantes, las llamaradas se retuercen y caracolean de mil formas imposibles. Es un espectáculo salvaje, es arte de chispazos y lenguas de fuego resplandecientes, un vómito de calor que envuelve y absorbe el alma. El purificador incendio, que arrasa sin piedad este símbolo de un continuo levantarse del Estado, marca el inicio de una nueva etapa atestada de orgías de violencia similares.

Sin mirar atrás, me alejo del ahora ya medio consumido edificio. La atracción primitiva del hombre por el fuego me ha mantenido paralizado frente a él durante unos cuantos minutos, en exaltada catarsis.

 

4 comentarios

Carlos -

Lo difícil, Hard, es lo que hace nuestro protagonista: deconstruir.

Hard. -

Arder, quemar, destruir, aniquilar, hacer saparecer, ...¡que tremenda y salvajemente fácil!. Lo difícil, amigo poeta es construir.

Carlos -

El tiempo dirá, Desaparecido, el tiempo dirá...

desaparecido -

terrorismo poético o locura de un artista??

saludos! (o salud...)